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lunes, 6 de octubre de 2014

HAS OÍDO HABLAR DE TROIA?

UNA PARTE DE PORTUGAL


Playas con una extensión de 20 km. de arena fina, olas que rompen en la orilla, aguas limpias, días de tranquilidad y relax, acompañados de la maravillosa gastronomía portuguesa. Todo esto es lo que encontraréis en los pueblecitos que recorren desde Troia hasta Sines, unidos entre sí por 60 km de playa casi virgen.

















Cruzando el rio Sado en ferry tienes la ciudad de Setubal y Lisboa a unos 50 kms, estando por la zona, te aconsejamos hacer una visita por la "Serra da Arrabida" y el pueblo de Sesimbra.


Al antiguo ferry Setúbal – Troia le han pintado de un color verde chillón y le han añadido una línea complementaria de catamarán para llevar sólo a pasajeros en un trayecto de 15 minutos por el río Sado que cuesta 2,50 euros y que, de vez en cuando, nos da la sorpresa de algún delfín que se digna en dejarse ver.

En el interminable arenal dorado, con el mar de agua limpia de un lado y el pinar del otro, podemos divertirnos con toda la familia y, si el tiempo lo permite, hasta podemos aprovechar para dedicarnos a los deportes náuticos. La zona es muy adecuada para el windsurf y la vela, como podrá comprobar por la ocupación del puerto deportivo de Troia.



También puede aprovechar para pasar unas vacaciones de golf. El campo de Troia, diseñado por el famoso arquitecto norteamericano Bobby Jones es perfecto para disfrutar de una buena partida de golf, perfectamente integrada en el paisaje. Se encuentra en la lista de los mejores campos de golf de Europa y forma parte de algunas competiciones internacionales.



En el Parque Natural da Serra da Arrábida y en la Reserva Natural do Estuário do Sado encontrará motivos más que suficientes para la observación de aves.

Siguiendo la carretera que atraviesa esta lengua de arena se llega a otras playas, como la de Comporta, la de Carvalhal o la de Pego, en las que resulta muy fácil encontrar un buen restaurante para comer pescado fresco o para probar los manjares de la gastronomía local. Solo hay que andar unos pocos kilómetros para cambiar de escenario.















Después de la playa de Galé, las dunas se ven interrumpidas por la laguna de Melides, con un acantilado de arenisca con cinco millones de años, y por la Reserva Natural das Lagoas de Santo André e da Sancha.

Cerca de Grândola, en pleno centro del Alentejo, nos encontramos el Badoca Park, motivo de diversión para toda la familia, en el que podemos realizar un "safari" y ver venados, búfalos, avestruces, jirafas, antílopes, cebras y otros animales al aire libre que encantarán tanto a pequeños como grandes.



UN LUGAR MÁS PARA TU LISTA!!!