También es conocida por la alta calidad y cantidad de frescos en las fachadas de varias de sus casas, conocidos con el nombre de "lüftlmalerei", comunes en el Alto Baviera.
El pueblo tiene también una larga tradición en el tallado de madera. Las calles contienen docenas de talleres que venden imágenes religiosas, relojes, juguetes y piezas humorísticas.
La palabra "Lüftlmalerei" parece originarse de la casa "Zum Lüftl" en Oberammergau, que era la residencia del pintor de fachadas Franz Seraph Zwinck (1748-1792).